El último día de
clase antes de la Navidad y aprovechando la temática del momento temporal,
Silvia nos enseñó cómo hacer adornos navideños para decorar nuestras casas y
nuestros árboles.
La idea era hacer
bolitas de lana, de uno o varios colores, a los que podríamos pegar ojos y
colgar en cualquier rincón. El proceso básico era muy sencillo: 2 círculos de
cartón con un agujero en medio por donde se iba pasando la lana para
envolverlos; una vez envueltos y habiendo dado las vueltas necesarias, se corta
la lana justo entre los cartones, se sujeta con un cordón y se “pasa por la
peluquería a la bola”.
La verdad es que
resulta curioso que la gente se gaste tano dinero en adornos cuando puedes
decorar tu casa con cosas sencillas y hechas por ti, que tiene más valor.
A pesar de la poca
asistencia de la gente, nos animamos a hacer el taller, y tengo que decir que
aún el esfuerzo que supone enrollar el cartón y cortar la lana, disfruté mucho.
Es una forma de relajarte a la vez que haces que tu entorno sea un poco más
alegre. Gracias a Silvia el año que viene, con tiempo, decoraré mi casa para
que sean unas navidades ambientadas.
Aquí dejo 2 fotos: una en pleno proceso, concentradísima, y con compañeras de fondo (una más pequeña que la otra), y la segunda del resultado final, la bola ya colgada en mi casa.
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